TE AMARÉ PARA SIEMPRE MI MARY

Amor.
Amor mío, te escribo hoy impregnando con tinta del corazón mi sentimiento, en esta hoja blanca… imaginándote y pensando en ti, en tus labios, en tu tierna voz, en tu linda mirada, en tu sonrisa dulce. Decirte lo mucho que te amo, aunque no estás aquí junto a mí, aunque no puedas verme, ni oírme. Sin embargo, hablo en este momento mientras escribo, aunque sé que no me escuchas pero oirás en tus adentros con claridad mi voz cuando leas esta carta.
¡Cuánto te amo! ¡Cuánto me he enamorado de ti! Si tú supieras, cuántas cosas tengo aquí en mi pecho, en lo más profundo de mi corazón, cosas que tú mismo… sembraste en mi alma, con la luz de tu mirada que trajo el viento del cielo azul cuan destello entre las blancas nubes de algodón. Como en el ocaso dorado donde escribo mis versos, como en la cascada cristalina donde riego tu nombre en pétalos de flores y en esplendorosas luces en noche de estrellas. Te amo, te amo tanto, que la distancia se desvanece con este amor donde los sueños, las ilusiones, los anhelos cristalizo con este amor que siento por ti.
Cuando leas esta carta de amor, mía, escrita con mi puño y letras y, de lo mucho que te quiero. Sentirás agitación en tu corazón, y percibirás que te necesito. Sí, hoy te necesito más que nunca y quiero gritarlo a los cuatro vientos del cielo, frente al mundo entero que te necesito y te quiero.
Amor mío: te percibo, en cada letra, en cada palabra en la suavidad con que desliza mi pluma. Mientras mis labios susurran cada frase. Como nace la lluvia entre las nubes, como las gotas límpidas del sereno en los pétalos, como la llama en la hoguera en el frío invierno. Con certeza sé, que piensas en mí bajo este mismo cielo, bajo el titilar de las mismas estrellas, bajo la noche clara de la luna, en cada respirar, en cada latir de tu corazón, en cada hálito que acaricia tu pelo.
Oh amor, Te escribo mientras siento y escucho el latido de tu corazón, como el revolotear de las mariposas entre las flores silvestres. Y tu risa, como el trinar de las aves alegres en la primavera, como el canto de las calandrias en el alba. Mis emociones recorren los jardines buscando tu silueta entre los madrigales marchitos de mis poemas. Escuchando tu voz en la ausencia del silencio. Pero me siento un ser afortunada por tenerte y dibujar en ti una sonrisa...oh amor mío.
Mi hoja se ha llenado de letras y palabras como un día estaremos llenos de amor, ternura y alegría. Pero hoy vuelvo nuevamente como siempre, solo. Te extraño y te extrañaré siempre.